Como os decía la semana pasada la cosa estaba muy difícil para sacar el proyecto adelante para Marzo. Los peores augurios se han confirmado.
Os cuento un poco lo que ha sido la historia del proyecto hasta aquí:
Lo empezamos a mover a través de los canales tradicionales de financiación de cortometrajes, con el fin de obtener subvenciones que posibilitaran su realización. Para ello planteamos una coproducción a tres bandas, con tres productoras de diferentes comunidades autónomas. Con ello teníamos más posibilidades de obtener la cantidad que necesitábamos.
Lo cierto es que no nos fue mal, y llegamos a obtener dos subvenciones que sumaban unos 34.000 €. Este dinero era principalmente la llave para poder sacar el rodaje adelante en Marzo. Aún así, para dar un salto de calidad mayor en el resultado final, era preciso conseguir más margen económico. Probamos a presentarlo a otras subvenciones, a concursos sobre proyecto, llamamos a televisiones, posibles patrocinadores u otros coproductores que tuvieran la posibilidad de aportar recursos... pero lógicamente en año de crisis todo resultó muy complicado. Finalmente se me ocurrió el tema de la web. Me encerré en casa un mes y saqué la web -que un amigo calificó como "una web con aspecto de los años ochenta si en los años ochenta hubiesen existido las webs"-, con la esperanza de que consiguiéramos el dinero suficiente para sacar adelante el corto que tenía en la cabeza. Aún quedaban unos meses para Marzo, fecha obligada de rodaje por los plazos que imponían las instituciones para la preescripición de las subvenciones, y yo, no sé por qué, me mantenía optimista a pesar de ser consciente de lo difícil que iba a resultar.
Sin embargo, nada más sacar la web, el dinero de las subvenciones empezó a tambalearse. Uno de los coproductores se volvió loco y me llegó a hablar de que quería un beneficio industrial sobre la cantidad concedida en su comunidad. Luego, sobre el presupuesto que habíamos confeccionado, recortó 4.000 pavos que según él, eran gastos que respondían a cálculos precisos y matemáticos que nunca se dignó a detallar, pues me dijo que no tenía por qué ya que eran cosas internas de su empresa. Al enterarse de esta postura el segundo coproductor puso su punto de vista, bastante lógico por otra parte, negro sobre blanco: si el primer coproductor no modificaba sus pretensiones, él se retiraba del proyecto. El primer coproductor se mostraba erre que erre. Por no empeorar la situación el tercer coproductor se mantenía al margen, a la espera de lo que decidieran los demás. Oleniok estaba en un puño, y yo ya empezaba a verlo esfumarse entre la niebla.
El tiempo pasaba, y mientras no se llegara a un acuerdo, no podíamos hacer nada: ni irnos a casa ni empezar a preparar el rodaje. Ambos coproductores hablaron y contra todo pronóstico, decidieron seguir adelante, con recorte de 4.000 € incluidos. Cuando hablé con el segundo coproductor para saber qué es lo que había pasado, y si realmente los argumentos del primero le habían convecido, fue de nuevo muy claro: en absoluto. Si seguía adelante era por mí, para no quitarme las pocas oportunidades que ya sabíamos que iban a quedar para llegar a buen puerto.
Y es que todavía existían escollos por salvar antes de poder dar luz verde a la preproducción -y una sangría de tiempo, letal siempre en estos casos, seguía escapándose sin que pudiéramos comenzar a preparar nada-. El principal problema era un tema burocrático-presupuestario: al habernos fallado el plan de financiación y no haber podido conseguir la totalidad del dinero que habíamos planteado en el presupuesto con el que se aprobaron las subvenciones, se hacía necesario pedir un reajuste del mismo, a la baja, en las instituciones que nos apoyaban -pues sabéis que al finalizar el rodaje hay que justificar facturados ante estas instituciones todos los gastos de la producción hasta cubrir la totalidad del presupuesto acordado-.
Pues bien, finalmente nos concedieron esa reducción, y conseguimos mantener una de las subvenciones íntegra. Sin embargo, con respecto a la otra no tuvimos tanta suerte: junto a la reducción nos recortaron también proporcionalmente la subvención. Ya no había dinero suficiente. Caída una subvención, la otra se hacía inútil. "Fabe y Verno" se venía abajo.
lunes, 18 de enero de 2010
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Sigo pensando que tu web es como de los 80' pero también creo que este corto saldrá adelante, tarde o temprano, y entonces todo habrá valido la pena.
ResponderEliminarYo también lo creo ;)
ResponderEliminarno has acudido a la prensa para llegar a más posibles potenciales productores?
ResponderEliminarVas a devolver las pequeñas cantidades aportadas?
Busca.
Primero tengo que replantear el plan de financiación y la web, y remodelar ciertos aspectos de la misma. Una vez hecho esto será el momento de tratar de difundir el tema por prensa, etc... En cuanto a las cantidades aportadas escribiré un mail a cada persona que nos ha ingresado para que ellas decidan lo que hacer con ellas.
ResponderEliminarEl problema de las coproducciones en cortos viene de que cada uno quiere algo (dinero, si es sin esfuerzo, mejor), es un tira y afloja constante. Conozco el tema de las ayudas en Canarias, y puedo decirte que la mayoría de los trabajos a los que se les da dinero, aun siendo escaso, se producen ¿cómo? pues con sacrificio, poniendo las productoras dinero de su bolsillo, también los directores, o tiempo y trabajo capitalizado (que también es dinero), pero sobre todo por un amor sin límites al cortometraje. Sin esos ingredientes es casi imposible sacar adelante los proyectos. Dicho esto, espero que tengas suerte y saques el tuyo.
ResponderEliminarMV
Otra cosa: leí en tu blog que necesitas 80.000 € para rodar o para todo el corto. No sé, muy pocos cortos logran juntar esa cantidad, y cuando lo hacen es con un golpe de suerte y lo tienen casi con dos únicas ayudas oficiales. He ojeado tu proyecto y, sinceramente, creo que se puede ejecutar con menos dinero de esos 80.000. Es un asunto pues de sacrificios. La copia terminada en 35 mm. es posible hacerla hoy día con poco dinero y con calidad más que aceptable, casi es esa parte la más barata en una producción como la tuya (paradójicamente, ya que hasta ayer mismo era la más cara, pero han surgido tecnologías que permiten abaratar esa parte). Ruedas en un buen digital (ahí la inversión puede ser mayor) y de resto tu proyecto tiene viabilidad potencialidad: pocos personajes y localización puntual. Lo más fastidioso es desplazarse a donde quiera que vayas a rodar con toda la troupe y alojarlos debidamente. Negocia los sueldos (cosa que de seguro ya habrás hecho). Rodar cortos con presupuestos holgados es casi un asunto de privilegiados, así que busca lo efectivo, ve a lo práctico, deja de lado algunas cosas y sobre todo, mucho sacrificio de los implicados directos. Ánimos y suerte.
ResponderEliminarMV