Estos días me ronda la cabeza una y otra vez esta pieza compuesta por el gran John Williams para el no menos grande Alfonso Cuarón.
Llamadme imbécil, pero creo que El prisionero de Azkaban es una película llena de momentos de gran belleza. Una de esas rarezas que te recuerda lo bonito que era ver cine con ojos de niño.
sábado, 17 de abril de 2010
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Supongo que por tu edad debiste ver ET de niño, ¿la viste con buenos ojos?
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